
Vista lateral del museo.
Financiado por los filántropos Edythe y Eli Broad, es la sede de más de 2.000 obras de arte pertenecientes a la colección Broad, considerada a nivel mundial una de las más nutridas de la postguerra. Para Eli Broad, este museo representa la manera de corresponder a las bondades de la ciudad y de “hacer accesible el arte a tanta gente como sea posible”.
Ubicado en Grand Avenue y cercano al edificio Walt Disney Hall, en el downtown de Los Ángeles, la arquitectura del museo fue diseñada por el estudio Diller Scofidio + Renfro en colaboración con Gensler. El costo ascendió a US$ 140 millones y la construcción de sus 36.000 metros cuadrados (120.000 pies cuadrados), los cuales incluyen restaurante y jardín comunitario, se inició hace 15 años. Para Joanne Heyler, directora de la institución, la edificación “también es una obra de arte”.

Edythe y Eli Broad, Fundadores.
El museo muestra unas 250 obras de 60 artistas que marcan un recorrido cronológico a través de la colección de los Broad, abarcando desde la década del 1950 hasta los años 90 y con obras de talentos excepcionales como Jasper Johns, Robert Rauschenberg, Andy Warhol y Roy Lichtenstein.
Entre los numerosos trabajos, se destacan los de temática social o política como el de Barbara Kruger Your Body is a Battleground y el dibujo de Robert Longo sobre las protestas de Ferguson. También en ese tono de compromiso el museo cuenta con obras firmadas por David Wojnarowicz, Cady Noland, Kara Walker, Anselfm Kiefer y Mike Kelley. Entre los valiosos trabajos expuestos, se destaca el mural de 24 metros (75 pies) de Takashi Murakami In the Land of the Dead, Stepping on the Tail of a Rainbow.
La muestra contiene exponentes del arte urbano realizados por Jean-Michel Basquiat, Cindy Sherman y Jeff Koons, y concluye con obras de finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI, exhibiendo trabajos de Yayoi Kusama, Longo, Ragnar Kjartansson, Glenn Ligon, Andreas Gursky y Julie Mehretu, entre otros. ■