El artista estadounidense James Turrel diseñó una casa de luces en la que el Este y el Oeste se encuentran. Un Occidente representado por su propia concepción del arte y un Oriente que se adentra en la geografía distintiva de la prefectura de Niigata, Japón. Se trata del hotel House of Light, una casa con espectaculares vistas de la luz del amanecer y el atardecer, a través de un techo que, cuando se abre, provoca en el visitante una sinfonía de emociones.Hospedarse en el House of Light es una experiencia única y especial. Así lo atestiguan quienes han disfrutado de este espectáculo natural en medio de las montañas. El hotel, diseñado por Turrel y el arquitecto Daigo Ishii, combina tradición y confort. Con capacidad para siete huéspedes, los modernos equipamientos y sus techos deslizantes se mezclan con una apariencia exterior basada en el estilo tradicional Sei-gai Dukuri de la región y un interior al estilo tradicional japonés. Todo este conjunto crea finalmente una casa familiar tradicional llena de contrastes, donde el tenue y relajante aroma de la madera y el tatami de los pisos se entremezclan con una iluminación diferente a la habitual en las casas tradicionales japonesas.La peculiaridad de House of Light es, precisamente, la luz. En la planta superior, al amanecer o al atardecer, sus techos deslizantes se abren automáticamente para mostrar un cielo majestuoso que invita a soñar. La estructura del techo es la misma que en otro diseño de este maestro de la luz y el espacio: el Open Sky de la isla Naoshima, también en Japón, un agujero cuadrado en el techo, cubierto por otro techo deslizante que se abre para admirar la luminosidad del paisaje.
También la luz es la protagonista del interior de la casa. En ella, las paredes tienen canales de luz amarilla cuya intensidad puede ser regulada, aunque el propio Turrell ha dejado indicado en el dispositivo, cuál sería la más adecuada.
El hotel House of Light está situado a las afueras de Tokamachi, en medio de las montañas. Su entrada se alza unos 2,7 metros por encima del nivel del suelo para poder sobrevivir a las ingentes nevadas del invierno. Este particular hotel se suma al festival anual de arte Echigo-Tsumari Art Triennial, ocasión en la que aumenta el número de sus visitantes.
James Turrell (Los Ángeles, 1943), es un artista visionario que dedica años de estudios y esfuerzos a cada proyecto. Durante el tiempo que pasó en la cárcel a causa de su objeción a la guerra de Vietnam, aprendió mucho de las filtraciones de luz en la oscuridad. Es un hombre fascinado por la luminiscencia, tanto, que ha llegado a hacer dispositivos de curación a través de ciertos espectros de luz. Consciente de sus beneficios como medicina natural, Turrel convierte la luz en arte. ■
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