Vista de la exposición.“...Vengan a verla y se darán cuenta que todo mi trabajo creativo está allí: arte, música y performance. Sólo se necesita su participación. Quizás sea algo misterioso para ustedes en este momento, pero cuando vayan y participen sabrán que es algo suyo. Diviértanse con ella y recuerden que ustedes y yo la estamos creando juntos. Todas las obras están temblando de felicidad de estar en Buenos Aires y cantan… dream come true, dream come true (“sueño hecho realidad”). La invitación, entonada por los labios de Yoko Ono desde una pantalla, ya que por prescripción médica no pudo viajar, marcó el inicio formal de su muestra participativa Dream Come True en Buenos Aires, Argentina.
El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) la eligió a modo de celebración de su 15º aniversario. Las múltiples expresiones que residen en su muestra parecen transformarla en una especie de manifiesto que reúne y aglutina tres elementos fundamentales en la vida de Ono: la lucha por los derechos de las mujeres, la imperiosa necesidad de respetar el planeta y su ya mítica lucha por la paz mundial. La curaduría está a cargo de dos conocedores apasionados de la obra de Yoko Ono; el noruego Gunnar B. Kvaran y el español Agustín Pérez Rubio, quien además es director artístico del Malba.
La exposición explora el compromiso de la artista con la paz mundial.
Una vida en retrospectiva
Ésta es la primera exposición retrospectiva de la artista que se realiza en Argentina. Resume, en algo más de 80 trabajos, 60 años de trayectoria revulsiva, por momentos disparatados, y en muchos casos expresivamente naif. En la muestra, los objetos, los videos y las diversas instalaciones sirven de ámbito propicio para proclamar las famosas Instrucciones, con las que Yoko Ono intenta sorprender, cuestionar y, de alguna manera, influir en el interlocutor.
Esta es la primera exposición retrospectiva de la artista en Argentina.
En Dream Come True, Yoko Ono se aleja del aura protectora de la música para adentrarse en el misterio de la desnudez del artista ante la exposición conceptual, revive las experiencias neo vanguardistas de los años 60 y convierte a los objetos cotidianos en vehículos para la transformación interior. Frases tales como “Deja que una mosca camine por el cuerpo de una mujer de los pies a la cabeza y que vuele por la ventana”, o la simple “Añade colores”, tienen por virtud extasiar al interlocutor ante el moroso andar del insecto sobre la piel desnuda, o moverlo a la acción inmediata y transformadora de trazar en una pantalla los colores, pensamientos o desdichas que anidan en él.
No resulta casual que sean 12 los artistas latinoamericanos los que la acompañan en Dream Come True. Liliana Porter, Hernán Marina, Ana Gallardo, Amalia Pica, Rosângela Rennó, Runo Lagomarsino, Alexander Apóstol, Alfredo Jaar, Tania Bruguera, Teresa Margolles, Tercerunquinto y Antonio Caro participan bajo la consigna artística de “llevar agua” a las personas. Otra de las sorpresas será la reedición limitada de Pomelo (Grapefruit, 1964).
Inauguración de la exposición Yoko Ono: Dream Come True en el MALBA
El proyecto sale a las calles
La propuesta rupturista de Yoko Ono trasciende los muros del Malba para colarse por las calles de Buenos Aires. En los próximos días asistiremos al asombro de las Instrucciones de Yoko Ono en los medios públicos de transporte, plazas, medios de comunicación y redes sociales. La intención es movilizar a través de la simpleza conceptual, la percepción de que el arte somos nosotros mismos, el que creamos en el instante mismo en que seguimos sus instrucciones. Se trata de un nuevo tipo de arte, que es oral y visual.
Arriba: la traductora junto a Gunnar B. Kvaran, Agustín Pérez Rubio y Guadalupe Requena
Abajo: Vista de la exposición.
La exposición se extenderá del 23 de junio al 31 de octubre del 2016 en el Malba. ■