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El tren turístico Transcantábrico Gran Lujo, de la empresa estatal de ferrocarriles españoles (RENFE), nos invita a vivir el romanticismo de un viaje en tren rodeados de un glamour inigualable.
Transcantábrico
Viajar en tren es para muchos un placer inusitado y romántico no exento de cierta nostalgia. El suave traqueteo, el trajín de las estaciones, el lento discurrir por parajes recónditos al que otros medios de transporte no pueden llegar… Y tantos otros detalles, nos trasladan a tiempos de infancia, de trayectos que forman parte de nuestras vidas, de reencuentros y también de rememoraciones. Es que hay un parecido muy similar entre viajar en tren y transitar por nuestro interior.
RENFE creó en el año 2011 el tren turístico Transcantábrico Gran Lujo, especialmente concebido para los amantes de los viajes en tren, del lujo de épocas pasadas, del arte, de pueblos y ciudades con historia, de la naturaleza y la alta gastronomía. Una travesía de ensueño por el norte de España, también conocido como la España verde, que comienza en la histórica ciudad gallega de Santiago de Compostela y finaliza en la bella localidad guipuzcoana de San Sebastián.
Exterior de Transcantábrico
En 2012, el Transcantábrico Gran Lujo fue distinguido en Londres con el premio al tren más lujoso del mundo, galardón que es otorgado por prestigiosos expertos internacionales. De hecho, su éxito ha llegado a todos los rincones del mundo, y las reservas, efectuadas hasta con más de seis meses de antelación, se realizan también desde países como Argentina, Japón, EE.UU y Canadá.
Un tren para celebrar el amor
Entre los pasajeros del tren abundan los recién casados, personas que celebran sus aniversarios y, por supuesto, muchos extranjeros a los que el Transcantábrico les recuerda al más mítico de los trenes turísticos: El Orient Express. También hay muchas empresas que ofrecen el viaje como premio para sus empleados o para realizar reuniones y cursos en sus vagones, que se convierten fácilmente en salas de conferencias.
El Transcantábrico Gran Lujo cuenta con una docena de coches, de los que cuatro son salones comunes: coche panorámico, salón comedor, salón de té y pub. Son vagones Pullman originales de 1923, auténticas joyas ferroviarias, especialmente restaurados y decorados para la ocasión en estilo Belle Époque, donde priman las maderas nobles, los acabados perfectos y las iluminaciones tamizadas.
En estas zonas comunes se sirven diariamente los desayunos a la carta, y en sus elegantes comedores es posible degustar la mejor gastronomía sugerida por el conocido chef asturiano Ramón Velorio. No olvidemos que esta zona de España es quizás la que ofrece una cocina más sugerente.
Comedor Transcantábrico
Viajando por la costa del mar Cantábrico, la gastronomía posee características de magnificencia, ya que Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco son, a juicio de los chefs y gourmets más exigentes, las regiones donde mejor se come de España. Es también donde se encuentran algunos de los más afamados restaurantes del mundo (Arzak, Akelarre, Casa Solla, Mugaritz, El Corral del Indianu…). En este sentido, el Transcantábrico Gran Lujo escoge los restaurantes más selectos del recorrido para deleitar a sus clientes.
El resto de los coches albergan las habitaciones, donde el viajero disfruta de sus momentos de intimidad, y la cocina, equipada como la de los mejores restaurantes y presta para preparar, bajo la supervisión del chef, los mejores platos de la gastronomía de cada región por la que atraviesa el tren en el discurrir de su viaje.
Las suites del Transcantábrico Gran Lujo
Los siete coches cama disponen de 14 elegantes Suites Gran Lujo con amplia cama matrimonial, armario ropero y maletero, un coqueto y confortable salón y un completo cuarto de baño con ducha de hidromasaje y sauna de vapor. Comodidades y prestaciones del siglo XXI enmarcadas en el más elegante ambiente, con una exquisita decoración que crea una atmósfera muy especial.
En el Transcantábrico Gran Lujo el cliente dispone de un espacio especialmente diseñado para el descanso y la intimidad. Para mayor comodidad, el tren se detiene por la noche en un área reservada de las estaciones para permitir a los viajeros un descanso reparador. Cada tren tiene un jefe de expedición encargado de que todo salga perfecto, y un guía que está permanentemente a disposición de los viajeros y cuya misión es «hacerles la vida más fácil», según explican nada más subir a bordo.
Cabina principal de Transcantábrico
El Transcantábrico Gran Lujo efectúa viajes de 8 días y 7 noches desde San Sebastián a Santiago de Compostela o viceversa. Durante el camino realiza paradas para realizar visitas, siempre acompañadas de un autobús de lujo y con una guía multilingüe. Su ruta cuenta con alicientes difíciles de superar al recorrer cuatro regiones tan atractivas.
Microcosmos de contrastes entre el mar y la montaña, la ciudad y el medio rural, donde se mezclan el exuberante paisaje, la reputada gastronomía, el patrimonio monumental de su azarosa historia y su cultura milenaria, plagada de tradiciones y leyendas. San Sebastián, Bilbao, Santander, Potes, el Santuario de Santo Toribio de Liébana, Comillas, Cabezón de la Sal, Santillana del Mar, la Neo-cueva de Altamira, Llanes, Arriondas, el Parque Nacional de los Picos de Europa, el Santuario de Covadonga, Cangas de Onís, Oviedo, Gijón, Luarca, Ribadeo, Viveiro y Santiago de Compostela forman parte del recorrido de lujo a bordo de un tren de cinco estrellas guardián de tiempos pasados y de aquella forma de viajar en la que el trayecto era tan importante o más que el propio destino. ■
FOTOS:Todas las imágenes, cortesía de RENFE.
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