Tal vez debería llamarse “la ciudad de los palacios”. Y es que Viena, al menos su antiguo casco surcado a tramos el Danubio, parece un bosque encantado poblado de antiguos palacios y palacetes imperiales de la época de los Habsburgo. La ciudad invita a pasear, a dejarse cautivar por la deslumbrante arquitectura de lo que en su día fue la sede del Imperio Austro-Húngaro; por su gente linda que se desplaza, elegantemente vestida, en bicicleta; por su belleza y por la música que se escucha en todos sus rincones, ya sea gracias a los grupos clásicos que deleitan los domingos a los transeúntes o a las óperas o ballets que se ofrecen a diario en alguno de los innumerables teatros de la capital austriaca, y que se proyectan en el exterior para deleite de residentes y visitantes. Definitivamente, además de ser “la ciudad de los palacios”, Viena tal vez debería ser también conocida como “la capital de la música”. Y también sin lugar a dudas, como la “capital del vals”.

El vals vienés, de hecho, forma parte del ADN del país y no hay austriaco que no sepa bailarlo. Es incluso una asignatura más en la escuela para los que pronto entrarán en la adolescencia o debutarán en sociedad, y existen en Viena, al igual que alrededor del país, numerosas academias que enseñan a bailarlo (la de Willy Elmayer-Vestenbrugg en el histórico Pallais Pallavicini es una de las más antiguas y mejores), junto con otros bailes internacionales y modernos.

En la ciudad del vals, los más jóvenes aprenden los pasos y la etiqueta a la perfección para cumplir con una de sus más glamorosas y divertidas tradiciones.

La Temporada de Bailes en Viena es, sin lugar a dudas, la época más esperada del año por los austriacos.

Durante enero y febrero se celebran en la capital los bailes de carnaval, una temporada festiva y romántica compuesta por más de 450 bailes que van desde las más elegantes galas de etiqueta, a las que asiste toda la alta sociedad europea, hasta las divertidas y desenfadadas fiestas y bailes de carnaval pero, sean del tipo que sean, en todas se baila el vals para deleite de sus asistentes.

La tradición comenzó en 1814 cuando, tras las guerras napoleónicas y en el marco del Congreso de Viena, los aristócratas organizaron veladas de vals que coincidieron con los ocho meses de negociaciones de paz. Se decía entonces que para negociar había que bailar y el vals vienés fue considerado el baile por excelencia.


Un jardín en Viena.

Invierno festivo

Es difícil resistirse a la exclusiva experiencia que brinda esta ciudad que -con un impresionante patrimonio artístico e histórico- organiza 2.000 horas de baile desplegadas en palacios y teatros, donde conviven la tradición con la modernidad.

Cada fin de semana ofrece en esta temporada la oportunidad de ir a una gran gala o a un baile, pero seguir estrictamente la tradición es un requisito: las damas deben vestir sus más elegantes trajes largos de gala o típicos vestidos austriacos, y los caballeros usar tuxedo o frac. A veces se permite el traje oscuro, pero jamás con corbata: sólo con lazo, y los jóvenes austriacos parecen felices de abrazar esta tradición.

El gran Baile de la Cruz Roja de Viena, el 11 de noviembre, es el que abre la temporada, siguiéndole el Baile de Nochevieja en el antiguo Palacio Imperial de Hofburg.

El evento más mediático de la temporada es, sin dudarlo, el Baile de la Ópera (23/2/2017) en el Wiener Staatsoper (el Teatro de la Ópera de Viena o Estate Opera House), uno de los más caros de la temporada. Los hombres deben vestir sólo frac, ponerse todas sus medallas y condecoraciones y no usar reloj de muñeca, sino reloj de oro con cadena. Este evento reúne a personalidades nacionales e internacionales de la cultura, la política y la economía. Sus asistentes tienen la oportunidad única de conocer el teatro de la ópera, ubicado en la preciosa Ringstrasse, desde la perspectiva del espectador y de pasearse entre bastidores en compañía de celebridades.


El Teatro de la Ópera de Viena.

Aunque algunos piensan que el Baile de la Ópera es el epítome social de la temporada, para otros los es el elegante Baile de la Filarmónica de Viena (19/1/2017), que se lleva a cabo en el Musikverein. Organizado por y para artistas, su lista de invitados tiene fama de ser la más poderosa. Los miembros de la mundialmente famosa orquesta tocan para abrir el evento, luego invaden la pista y bailan sin parar toda la noche junto a los asistentes.

En los salones del palacio Hofburg también se celebran el Baile de los Médicos (28/1/2017), el Baile de los Cazadores, (30/1/2017) y el Baile de los Juristas (25/2/2017), además del conocido Baile de los Cafeteros, (17/2/2017), al cual concurren unas 6.000 personas.

Este año, Brasil es el país anfitrión en el Baile de los Niños Cantores de Viena (27/1/2017) en el Kursalon Hübner (una palacete de finales del S. XIX que es una Casa de Música) así que el vals dará paso a la samba y la bossa nova.


El Palacio Municipal.

Para quienes buscan menos formalidad están el Baile del Bombón (24/2/2017) o el colorido Baile de las Flores (13/1/2017) en el Ayuntamiento de la ciudad, lugar donde también se celebra el Baile de las Ciencias (28/1/2017), con la asistencia de la comunidad universitaria de la capital austríaca.

Si viaja a Viena

Si planea visitar Viena, aproveche para aprender a bailar el auténtico vals vienés en una de sus academias y para asistir a uno de sus fastuosos bailes de gala, además de asistir a la ópera, pasear junto al Danubio, visitar la histórica y famosa Escuela Hípica Española, los Teatros de la Ópera y los innumerables palacios de los Habsburgo, y descubra cómo y donde vivieron el emperador Franz Joseph y su esposa, la famosa emperatriz Sissi.


Arriba: Durante y después de una gala.
Abajo: La Escuela Hípica Española

Viena tiene además una cocina internacional de primera con varios restaurantes Michelin. No deje de ir al Dstrikt, en el Hotel Ritz Carlton, considerado el mejor de la ciudad.

 


Viena por la noche.

Y a la hora de hospedarse, nada mejor que precisamente el Ritz Carlton, un impresionante hotel edificado sobre 4 de los palacios de los Habsburgo que mezcla una cálida y moderna decoración con su majestuosa estructura de inmensas escalinatas de mármol, frescos en sus techos abovedados ylámparas de araña. El hotel cuenta con impresionantes suites y habitaciones palaciegas de muy amplias dimensiones, un VIP club – para quienes deseen un servicio de conserjería, libros, computadoras, dulces, aperitivos, comida y licores las 24 horas del día- una panorámica terraza en el último piso que ofrece desde clases de yoga hasta un exclusivo lounge para relajarse y tomarse un trago, y un extraordinario spa con una gigantesca piscina climatizada y productos orgánicos elaborados con plantas de los Alpes austriacos por Susanne Kaufmann.

Austrian la aerolínea nacional, es una excelente opción. Con vuelos desde infinidad de ciudades alrededor del mundo, ofrece una de las tripulaciones más amables, serviciales y simpáticas de todas las flotas aéreas y una Primera Clase “boutique”, con un menú preparado y servido por el propio chef de la aerolínea, una espléndida carta de vinos y licores, un “bar” de café vienes que sirve 32 variedades y unos cómodos y amplios asientos que se convierten en confortables camas.