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La compañía de aviación estadounidense Boom ha desarrollado un nuevo prototipo de avión supersónico, el Boom Supersonic, con el cual espera revivir los vuelos de alta velocidad. Se trata de un exclusivo jet que alcanzará los 2.2 Mach (1451 mph), es decir, que duplica la velocidad máxima de cualquier avión comercial de pasajeros actual, y que permitirá conectar Nueva York con Londres en sólo 3 horas.
En un mundo en que los tiempos de traslado se han vuelto una prioridad a la hora de seleccionar el modo de transporte, el regreso de los vuelos supersónicos es una obsesión. Sin embargo, el problema siempre ha sido lo costosos que son. Por ejemplo, el mítico Concord ofrecía tarifas exageradamente elevadas y sus costos operativos eran muy altos, motivos que llevaron a suspender su servicio en el año 2003.
En el mundo de la aviación, las velocidades alcanzadas por las aeronaves comerciales prácticamente no han variado en los últimos 40 años, y esto se debe a que no existían las tecnologías necesarias para bajar los costos de los vuelos supersónicos. Sin embargo, en la actualidad, esto ha cambiado, y los motores turbofan utilizados por el Boom Supersonic permiten mayor rendimiento, menores consumos y menor contaminación auditiva (menos ruido, especialmente en el despegue y aterrizaje).
El Boom Supersonic volará a una altura de 60.000 pies.
Los materiales de construcción utilizados por Boom aportan fuselajes más livianos y resistentes. Son materiales moldeables a base de fibra de carbono que aseguran formas de excelente coeficiente aerodinámico.
Estos avances técnicos hacen posible el desarrollo de velocidades superiores a las del Concord, que le permitirán al Boom Supersonic volar de Tokio a San Francisco en algo más de 5 horas y de Madrid a Boston en sólo 3 horas y media.
Sumado a esto, la aeronave ofrecerá comodidades premium que competirán de manera directa con el servicio de Primera Clase de aviones comerciales regulares. Su cabina ofrecerá 55 plazas de asientos reclinables de enormes dimensiones y ventanillas individuales para todos los pasajeros. Este es un detalle muy importante, pues el vuelo supersónico se realizará a una altura de 60.000 pies, una altitud en la que se puede apreciar la curvatura de la tierra y el azul profundo del firmamento.
Interior del Boom Supersonic.
La espaciosa y cómoda cabina del Boom Supersonic le permitirá a los pasajeros relajarse, trabajar o entretenerse durante los vuelos. Y en muchos casos, llegar a destino antes de que el desagradable jet-lag haga efecto en el cuerpo del usuario.
Sumado a esto, esta revolucionaria aeronave está ideada para que las aerolíneas que las operen puedan ofrecer sus servicios al costo de un boleto de business regular. Así, un vuelo Nueva York-Londres competiría con el precio ida y vuelta en una aerolínea no supersónica. Una propuesta comercial insuperable que incluye exclusividad, lujo, confort y mucha, pero mucha velocidad.
El Boom Supersonic tendrá 55 plazas para pasajeros.
Con respecto a la sustentabilidad, Boom asegura que su avión supersónico no contaminará de más, ni tampoco causará más ruido que los aviones comerciales que conocemos hoy en día.
Blake Scholl, CEO y fundador de Boom, explica con simpleza cuál es el objetivo de su ambicioso proyecto comercial: “La velocidad no se trata de ir más rápido, se trata de estar más cerca. Se trata de hacer que los lugares lejanos se sientan como si estuvieran a la vuelta de la esquina. Si podemos volar dos veces más rápido, el mundo se vuelve dos veces más pequeño, acercándonos a tierras lejanas y facilitando el encuentro”.
Boom Supersonic comenzará pruebas a finales del 2018.
Los primeros vuelos de prueba de los prototipos de aviones Boom supersonic se realizarán a finales del 2018. Se espera que para el 2025, la compañía entregue sus primeras unidades. Empresas como Virgin Airlines y Japan Airlines ya expresaron sus intenciones de adquirir decenas de unidades del nuevo avión supersónico.
Boom Supersonic
Por lo pronto, los amantes de las aeronaves tendremos que esperar unos años más para que el regreso de los vuelos supersónicos sea, finalmente, una realidad. ■
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