El vodka es la bebida espirituosa más consumida en el mundo. Quizás por su carácter neutro que combina a la perfección con zumos y refrescos.

Nació en la Edad Media, y su origen, que no está del todo claro, se lo disputan polacos y rusos. Hoy en día se producen vodkas muy equilibrados y de gran calidad en muchos otros países. A excepción de cantidades insignificantes de condimentos, el vodka consta únicamente de agua y etanol. Se produce generalmente a través de la fermentación de granos y otras plantas ricas en almidón, como el centeno, el trigo o la patata.

Aunque en sus países de origen se consume sola, en un vaso helado, y siempre de un trago, en el resto del planeta predomina su consumo en cócteles tan famosos como el Destornillador (Screwdriver), el Vodkatini, la Caipiroska y el celebérrimo y reconstituyente Bloody Mary.

Estos son algunos de los vodkas más raros y particulares que podrán encontrar en el mercado internacional.

Diva Vodka
Exclusividad escocesa.
Está considerado como el vodka más caro del mundo. Diva Vodka se produce en la destilería Blackwood de Escocia y su proceso de fabricación es de triple destilado. En la primera fase, el vodka es filtrado con hielo; en la segunda es filtrado con un carbón de leña de abedul nórdico, y en la tercera fase se filtra a través de una fina arena de diamantes y gemas.
El lujoso y artístico envase del Diva Premium Vodka determina su precio final, ya que el diseño de cada botella incorpora finas y delicadas piedras preciosas, desde topacios y rubíes hasta esmeraldas y diamantes.

Legend of Kremlin Vodka
Tradición rusa.
El vodka Legend of Kremlin nace en Rusia. Se produce a partir de cereales especialmente seleccionados, agua del pozo artesiano situado en la misma destilería e ingredientes naturales. Está elaborado íntegramente a mano y se destila cinco veces. Su producción es limitada, y quienes lo prueban resaltan su sabor y aroma refinado.
Hasta ahora, este vodka ha recibido once grandes premios y nueve medallas de oro en los grandes concursos internacionales. El diseño de su botella recuerda a los tradicionales envases de vodka del siglo XIX. Su particularidad reside en que es un vodka kosher.

Vodka Belvedere
Carácter polaco.
Belvedere es el primer vodka súper premium del mundo y representa el pináculo de la tradición del vodka polaco. Empleando exclusivamente los mejores cereales es destilado artesanalmente para crear el equilibrio perfecto entre carácter y pureza. El vodka Belvedere es la verdadera expresión del vodka de lujo. Completamente libre de aditivos, se diluye con agua del propio pozo artesiano de la destilería. Belvedere combina más de 600 años de experiencia en la producción de vodka con un compromiso inquebrantable con la calidad.
Se trata de un vodka con atributos propios que generan un cúmulo de sensaciones sutiles: un ligero aroma de vainilla, una suave dulzura con sabor a centeno y una agradable sensación cremosa en el paladar. Posee un final suave y limpio.

Vodka Ciroc
Savoir-faire francés.
Ciroc es un vodka que podría tildarse de inusual y extravagante. Está elaborado a partir de uvas francesas en lugar de patatas, centeno, trigo o maíz, que son los ingredientes utilizados habitualmente en el vodka tradicional. El jugo se exprime de las uvas y luego se fermenta con frío y se destila. Este vodka tiene un sabor y aroma claramente diferentes al vodka típico, pues al estar hecho con uvas sobresale un intenso sabor frutal. El vodka Ciroc se presenta en una fina botella de forma alargada, muy estilizada, con la imagen de una uva y el símbolo nacional francés, un gallo.

Studer Classic Vodka
La eficacia suiza.
Un vodka de la extraordinaria calidad del Studer Swiss Classic sólo puede ser fabricado utilizando para su elaboración los mejores granos y el agua más pura de los Alpes. La receta tradicional de este vodka sublime es secreta y tiene más de 120 años. El mejor trigo es destilado hasta tres veces por expertos artesanos, quienes utilizan para ello el agua de los Alpes. El néctar resultante descansa en barricas de roble hasta el momento idóneo para su embotellado. El Studer Swiss Classic se presenta en un bello envase esférico de cristal que guarda en su interior una representación del monte Matterhorn, emblema icónico de los Alpes suizos. ■