La exploración del desnudo en el arte contemporáneo obtiene impulso a través de exposiciones temáticas en destacados museos y galerías. En este contexto debe mencionarse a la casa londinense Sotheby’s, que presentó recientemente en su galería S|2 la exposición The Nude in the XX and XXI Century, una muestra considerada como la más representativa, expresiva y completa del desnudo en el arte contemporáneo. Con la curadoría de Jean Neal, fueron exhibidas obras de 31 artistas contando entre ellos a Pablo Picasso, Tamara de Lempicka, Marina Abramović, gustav Klimt y Jonathan Yeo, entre varios artistas destacados en la temática.
© Sotheby’s.
Previamente, en 2013, el Museé D’Orsay de París, presentó Masculino / Masculino, una reflexión sobre la evolución del desnudo masculino en el arte, y antes el Leopold Museum de Viena, expuso Nackte Männer (Hombres Desnudos), colección que comprendía desde el período de la Ilustración a finales del siglo XVIII, hasta nuestros días.
© Sotheby’s.
Desnudez millonaria
La obra de Amedeo Modigliani Desnudo acostado (sobre el lado izquierdo) ha sido subastada recientemente por $170,4 millones en Sotheby’s de Nueva York. En los últimos tres años, tanto Christie’s como Sotheby’s han subastado obras con temática similar en valores que superan los $100 millones.
Amedeo Modigliani.
Tal es el caso de Desnudo acostado, de Amedeo Modigliani —obra frontal y aún más comprometida que la recientemente subastada por Sotheby’s—, que fue vendida en noviembre de 2015 por Christie’s de Nueva York en $181 millones. Por su parte, Las mujeres de Alger, de Pablo Picasso, se subastó en Christie’s en mayo 2015 por $179,3 millones. Por último, Joven con una cesta de flores, también de Picasso, alcanzó los $115 millones en una subasta benéfica de la Colección Rockefeller a través de Christie’s Nueva York en mayo 2018.
El atractivo del cuerpo
En las paredes de roca con las primeras líneas, puntos y trazos de representaciones antropomorfas en su relación con la naturaleza, puede percibirse la fascinación del hombre ante la posibilidad de representarse pictóricamente. Fue el punto de partida de una búsqueda que no culmina.
Pasaron miles de años hasta que los artistas mesopotámicos pudieran valorar y estilizar las figuras humanas, aunque ciertamente limitadas a situaciones épicas y religiosas. Sin embargo, y al mismo tiempo, hubo en culturas indoeuropeas la suficiente libertad expresiva para que pudieran legar cuerpos bellamente desnudos y en movimiento realizando actividades cotidianas alejadas de la religiosidad.
Los artistas de Grecia y Roma Antigua lucieron su libertad creativa explorando la perfección de las formas, los mínimos detalles y expresiones, legando obras maestras de memorable belleza conceptual y perfección que continúan maravillando por su precisión varios siglos después. Superadas las rígidas normas impuestas por el arte religioso, los artistas del Renacimiento, como Tiziano (Venus de Urbino, 1538), retomaron aquella búsqueda de la belleza expresiva de los cuerpos plasmando con minuciosidad su arte en telas, frescos y murales.
© Sotheby’s.
En el período moderno, la vanguardia de artistas como Gustave Courbet (El origen del mundo,1866), los ya mencionados Amedeo Modigliani, Pablo Picasso y otros plasman su gran libertad creativa en obras que exploran el cuerpo humano en su desnudez y expresividad espiritual. Son los maestros de los que se nutren los artistas contemporáneos.
Photo provided by Sotheby’s.
En la actualidad, tal como lo expresa Jean Neal, curadora de The Nude in the XX and XXI Century, si bien es cierto que la idealización del desnudo ha persistido en la historia del arte, los artistas comenzaron a abordar este tema con una mayor sensación de realismo, aunque a menudo de modo bastante áspero y repulsivo. La búsqueda continúa. ■
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