Construida a orillas del imponente río Ayung en Bali, Green Village conjuga a la perfección sustentabilidad y lujo. Cada una de las 18 casas que la componen ha sido diseñada a la medida, según el gusto y las necesidades de sus propietarios, aprovechando los materiales que abundan naturalmente en la región y la milenaria pericia artesanal de las tribus nativas. “Green Village ha redefinido el potencial de los materiales sustentables”, señala Elora Hardy, directora creativa de Ibuku, la firma de diseño a cargo de la arquitectura de Green Village. “Con muy pocos recursos, las piezas de bambú pueden convertirse en columnas estructurales capaces de sostener una casa que dure toda la vida”.Este conjunto urbano, que bien podría definirse como una aldea de lujo, ha sido ideado para tener un impacto mínimo en el medio ambiente. “El cuidado que ponemos en el diseño de las casas y las habilidades de los artesanos locales ponen de manifiesto el potencial de la innovación humana”, señala Hardy.
Peter Barge, propietario de una de las 18 casas de Green Village y experto en el mercado de bienes raíces en Asia, afirma que “el creativo uso que se ha hecho de los materiales y la magnificencia de la jungla circundante han dado como resultado una oportunidad [de inversión] irrepetible”. Barge encontró en Green Village no sólo una propiedad que fuera una buena inversión, sino que consiguió hacer realidad su sueño de poseer una casa que tuviera un impacto mínimo en el medio ambiente.
El nivel de personalización que ofrece Green Village a sus habitantes es sin duda uno de sus mayores atractivos. De la mano de Hardy, cada casa puede convertirse en el hogar soñado de su propietario. En el caso de Claire Burgess, ejecutiva neozelandesa de una firma suiza de asesoramiento empresarial y financiero, esto significó pisos de bambú teñidos en negro con materiales naturales, elementos de cobre martillado a mano para la decoración de los baños, y una piscina en forma de laguna que ofrece una vista espléndida del río y los cocoteros.
“Nuestras dos hijas estudian en Green School y les encanta la escuela. Cuando supimos de los planes para el Green Village, nos dimos cuenta de que aquello era la manera de vivir la filosofía de la escuela en el mundo real”, dice Roger James Hamilton, empresario y escritor. “Este lugar es la extensión natural de esa filosofía de vida”.
Los habitantes de Green Village no sólo pueden deleitarse con la arquitectura de la aldea y los detalles de sus propios hogares, sino disfrutar de la excelsa cultura culinaria regional y los productos orgánicos de alta calidad que Bali tiene para ofrecer. Estos ingredientes son minuciosamente seleccionados y transformados en exquisiteces en las cocinas de los hogares y en el restaurante local.
Además, los habitantes de Green Village pueden sacarle provecho a muchos de los eventos que se llevan a cabo en los alrededores, como el Festival de Lectores y Escritores de Ubud y el Festival Bali Spirit. Para aquellos de espíritu aventurero, la aldea se encuentra también a pocos minutos de las playas de surf más afamadas de Bali.
