Directamente llegada de los circuitos, ya está lista para rodar libre por las carreteras de todo el mundo una de las motos más radicales del mercado, tanto por su carácter deportivo como por las sensaciones que es capaz de trasmitir. La Ducati 1199 Panigale R puede hacer sentir a cualquiera que se ponga a sus mandos como uno de los pilotos del Campeonato del Mundo de Superbikes, la prestigiosa competición internacional para la que ha sido concebida esta motocicleta.

La 1199 Panigale R es la versión preparada para correr en circuitos de las Panigale S y S Tricolore. “Reacciones y sensaciones de conducción más cercanas que nunca a las motos de competición”, prometen en Ducati.

Uno de los puntos fuertes de esta moto es el nuevo motor bicilíndrico Superquadro de 195 CV, integrado en un bastidor monocasco. Ducati ha puesto un especial esfuerzo en aprovechar al máximo la potencia de este propulsor y uno de los puntos clave para lograrlo es el peso. Las soluciones de ingeniería han permitido reducirlo al máximo, hasta situarlo en 164 kg (361 libras). Esto permite que la Panigale R ofrezca una relación peso/potencia de 1,19 CV por cada kilogramo.

Con el objetivo de poder controlar todo este torrente de fuerza, el piloto puede elegir entre tres configuraciones preestablecidas diferentes del motor (Power Mode) para encontrar la más adecuada a su estilo de conducción o a las condiciones del recorrido. Este es sólo un ejemplo de que, a pesar de que la Panigale R es una máquina hecha por y para disfrutar de las altas prestaciones, Ducati también quiere que sea polivalente, y que sus dueños puedan sentirse cómodos a sus mandos durante el día a día.

Los componentes electrónicos de la 1199 Panigale R se controlan todos a través de un pulsador, utilizado para seleccionar el modo de conducción más adecuado, o bien crear uno “a la medida”. Los diferentes estilos que se pueden elegir permiten variar instantáneamente, por ejemplo, el ajuste de las suspensiones o los niveles de intervención del ABS y del control de tracción.

Toda esta tecnología mecánica está envuelta en un diseño elegante, deportivo, moderno y atractivo, al más puro estilo italiano. Conserva a la perfección las líneas que hacen a las Ducati ser diferentes a las demás motos que hay en el mercado. Todo ello, sin olvidar el espíritu racing de una máquina nacida para el circuito, muy presente, por ejemplo, en el faro delantero, que se mimetiza con los conductos de refrigeración del motor. El aspecto futurista lo pone la iluminación completa con el sistema led, una novedad en el mundo de las motocicletas. ■